Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro.
Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer.
Cuando vos diste tu mano ya no hay forma de soltarla, ya no es tuya, está unida a la del otro, las dos manos son una. Las manos nos unen, nos suman, cuando damos la mano dejamos de ser yo para ser nosotros.
.
Mi mano ya no es mía, es tuya, o nuestra.
.
.

NUNCA voy a soltarte la mano,
pase lo que pase.

No hay comentarios:

Publicar un comentario