Suavecito me pusiste todo en su lugar, como juego para armar. Colocaste besos justamente en el lugar, cirugía para curarlas heridas que dejo el pasado sin sanar y en el caos de mi infierno instalaste tu gobierno. Suavecito, fuiste casi imperceptible; sin prisas de a poquito colocaste tu bandera inamovible. Fuiste tan demoledor pasito con pasito, tu paciencia arrolladora me salvo. Suavecito fui ganando con saber perder, suavecito sin afanes de imponer con la calma que viene del tacto de hombre como huella de gaviota, como se forma una gota, me atrapaste suavecito. Me aceptaste como un cero izquierdo y sin valorme peleaste sin nada a tu favor con la suavidad con la que se mueve un rumor, con el paso de un anciano, con paciencia de artesano, me salvaste suavecito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario